La candidata libertaria vuelve a estar bajo la lupa por su vinculación con una estafa educativa. Mientras la causa sigue abierta, su candidatura fue decidida por Karina Milei desde Buenos Aires, lejos de los intereses neuquinos.
La designación de Nadia Márquez como candidata libertaria en Neuquén vuelve a generar controversia. Su nombre, impuesto directamente por Karina Milei desde Buenos Aires, despierta cuestionamientos tanto por su falta de representación local como por su vinculación con una causa judicial por estafa educativa que continúa abierta.
Según denuncias de exalumnos y docentes, la red educativa en la que participó Márquez habría emitido títulos irregulares, dejando a decenas de personas damnificadas. Aunque la candidata intenta despegarse del caso, el tema sigue siendo motivo de preocupación y debate en la provincia.
Para distintos sectores políticos y sociales, la imposición de su candidatura refleja el desconocimiento de la dirigencia porteña sobre la realidad neuquina. “Una vez más, Buenos Aires decide por nosotros”, señalan voces críticas que reclaman mayor protagonismo para referentes locales.
Mientras tanto, crece el malestar entre los votantes neuquinos que ven en esta designación un nuevo avance del centralismo y una falta de sensibilidad hacia los problemas reales de la provincia. El caso Márquez se convierte así en símbolo del contraste entre las decisiones tomadas desde arriba y las necesidades de quienes viven y trabajan en Neuquén.





