Con un peronismo dividido y sin liderazgo, las encuestas marcan un escenario polarizado. Crece la idea de un voto estratégico para frenar el avance libertario en la provincia.

Las últimas encuestas en Neuquén muestran un panorama electoral cada vez más claro: la verdadera contienda se dará entre Rolando Figueroa y los candidatos libertarios. La fragmentación del peronismo y la ausencia de un liderazgo sólido han dejado al Frente de la Neuquinidad y a los libertarios como los protagonistas del debate provincial.

En este contexto, se observa un crecimiento del voto estratégico, con ciudadanos que buscan garantizar que la provincia siga defendiendo un modelo propio de desarrollo y autonomía frente a la propuesta libertaria. La campaña de Figueroa se centra en reforzar los logros del modelo neuquino y apelar a la identidad y los valores locales.

El escenario polarizado se refleja en los medios y redes sociales, donde se intensifica el intercambio de posiciones y la discusión sobre qué rumbo debería tomar Neuquén en los próximos años. La división peronista parece favorecer a los dos actores principales, consolidando la idea de que la elección se definirá entre la continuidad del modelo provincial y la alternativa libertaria.

Con este panorama, la expectativa se concentra en la participación ciudadana. Cada voto se percibe como clave para decidir si la provincia mantiene su rumbo autónomo o experimenta un cambio marcado por las propuestas externas y el centralismo. La contienda promete definirse en un marco de alta polarización y estrategias de campaña dirigidas a consolidar apoyos decisivos.

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