Las candidaturas al Congreso fueron definidas por Karina Milei y Lule Menem sin participación de dirigentes locales. Esto genera inquietud en la provincia, ya que los vecinos dudan si aspirantes como Márquez defenderán los intereses de Neuquén o responderán al centralismo porteño.
Referentes libertarios del interior neuquino afirmaron que la conducción nacional impuso las listas sin consulta ni consenso, desplazando a quienes venían trabajando en el territorio. “No se escuchó a las bases ni a los militantes locales. Las candidaturas bajaron cerradas desde Buenos Aires y eso genera un profundo malestar”, expresó un dirigente de la zona centro.
La preocupación también se extiende a la ciudadanía, que teme quedar nuevamente relegada en las decisiones nacionales, con representantes más atentos a las órdenes del poder central que a los problemas cotidianos de la provincia. La falta de una agenda federal dentro del espacio libertario alimenta las dudas sobre si sus futuros legisladores priorizarán los intereses neuquinos o seguirán la línea impuesta por la cúpula porteña.
En medio del contexto económico actual y los recortes en obras y servicios que afectan al interior, la figura de Márquez se convirtió en un símbolo de la tensión entre el discurso del cambio y las prácticas tradicionales del centralismo político, una contradicción que hoy genera incomodidad incluso dentro del propio electorado libertario.





