Una misión científica internacional, con fuerte participación argentina, partió desde el puerto de Mar del Plata para estudiar los cañones submarinos de la Patagonia y la influencia de la Corriente de Malvinas en la biodiversidad del Atlántico Sur.
A bordo del buque de investigación Falkor (too), especialistas del CONICET, el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) y la Fundación Schmidt Ocean Institute trabajan en la exploración de ecosistemas poco conocidos del fondo marino.
El objetivo principal es recolectar muestras de sedimentos, corales y microorganismos para analizar cómo las corrientes oceánicas y el cambio climático afectan la vida en profundidades superiores a los 3.000 metros.
“Estamos explorando un territorio casi inédito para la ciencia argentina”, señaló la bióloga marina Laura De Santis, integrante de la expedición. “Estos cañones son verdaderos refugios de biodiversidad y claves para comprender el equilibrio del ecosistema marino”.
El proyecto busca fortalecer la cooperación científica entre Argentina y otros países del Atlántico Sur, además de generar información estratégica para la conservación de los mares y la gestión sostenible de sus recursos.





