La candidata a senadora por La Libertad Avanza en Neuquén, Nadia Márquez, enfrenta críticas por antecedentes judiciales vinculados a una causa por estafa y falsificación de títulos. A pesar de haber recibido una suspensión de juicio a prueba en 2011, fue impulsada por Karina Milei y Lule Menem, lo que reabre el debate sobre la transparencia y la “Ley de Ficha Limpia”.

La postulación de Nadia Márquez como candidata a senadora nacional por La Libertad Avanza en Neuquén volvió a generar controversia luego de que se recordaran antecedentes judiciales que la involucran en una causa por estafa y falsificación de títulos, iniciada años atrás y reactivada en 2011.

Según registros judiciales, la dirigente accedió en su momento a una suspensión de juicio a prueba, mecanismo que le permitió evitar una condena efectiva pero que, de acuerdo con los criterios de la Ley de Ficha Limpia, podría impedir su postulación a cargos públicos.

El caso reabre el debate sobre la coherencia del discurso libertario en materia de transparencia y lucha contra la corrupción, ya que la candidatura de Márquez habría sido impulsada directamente desde Buenos Aires por Karina Milei y Eduardo “Lule” Menem, referentes del armado nacional de La Libertad Avanza.

En Neuquén, distintos espacios locales cuestionaron la decisión por considerar que se trata de una imposición ajena a la voluntad provincial, que desconoce la autonomía de las fuerzas locales y contradice los principios de mérito y ética pública que el propio partido dice defender.

La situación deja expuesta una tensión creciente dentro del espacio libertario: mientras el discurso nacional insiste en la necesidad de una “renovación moral”, la designación de candidatos con antecedentes judiciales plantea interrogantes sobre la consistencia entre las palabras y los hechos.

En el plano político, el episodio también alimenta la discusión sobre la influencia de las decisiones nacionales en la política neuquina y la necesidad de que los representantes provinciales respondan a los intereses de Neuquén, no a las directivas de dirigentes porteños.