La minería argentina atraviesa un momento de expansión sin precedentes, impulsada por la demanda global de minerales estratégicos como el litio y el cobre. Según datos de la Secretaría de Minería de la Nación, las inversiones anunciadas para el sector superan los US$ 25.000 millones hacia 2030, con el norte del país —especialmente Jujuy, Salta y Catamarca— como epicentro de la actividad. El auge del litio posiciona a la Argentina como uno de los principales jugadores del mercado energético global.
Durante 2025, las exportaciones mineras crecieron un 20% interanual, alcanzando los US$ 5.600 millones, y se estima que podrían duplicarse en los próximos cinco años si se concretan los proyectos en cartera. Solo el complejo del litio aportó el 35% del total exportado, beneficiado por los altos precios internacionales y la mayor producción en los salares del noroeste.
El interés internacional es creciente. Empresas de China, Corea del Sur, Canadá y Estados Unidos ampliaron su presencia en el país, asociadas con capitales locales y provinciales. En Jujuy, el proyecto Cauchari-Olaroz ya produce a escala industrial, mientras que avanzan nuevas exploraciones en Salinas Grandes y Pastos Chicos. La provincia se consolidó como referente de la minería sostenible, combinando desarrollo productivo con estrictos estándares ambientales.
La minería genera además un fuerte impacto en el empleo. En los últimos tres años se crearon más de 15.000 puestos de trabajo directos y unos 40.000 indirectos, principalmente en construcción, transporte y servicios técnicos. Las provincias mineras impulsan programas de capacitación laboral para incorporar mano de obra local, especialmente jóvenes y mujeres, a los nuevos emprendimientos.
Sin embargo, el crecimiento del sector no está exento de tensiones. Las comunidades originarias y organizaciones ambientales reclaman mayor transparencia en el uso del agua y la distribución de beneficios. El debate por la minería sostenible se volvió central, y varias provincias avanzan en mesas de diálogo para garantizar una explotación equilibrada que preserve los recursos naturales.
El Gobierno nacional apuesta a la minería como motor de desarrollo federal. En 2025 se lanzó el Plan Estratégico para el Desarrollo Minero Argentino, que busca mejorar la infraestructura vial, fortalecer la logística ferroviaria y simplificar los marcos regulatorios para atraer inversiones. También se promueve la industrialización local del litio, con proyectos de producción de baterías y materiales de alto valor agregado.
Con una combinación de recursos naturales, capital extranjero y políticas de impulso, la minería se perfila como uno de los sectores clave para el crecimiento del país en la próxima década. El desafío será transformar ese potencial en desarrollo sostenible, equilibrando la rentabilidad económica con la responsabilidad ambiental y social.




