La candidata a senadora recibió múltiples denuncias por su rol como presidenta de la Comisión de Libertad de Expresión, un espacio que no se convoca hace más de un año. Legisladores pidieron la renuncia de la candidata de La Libertad Avanza ante su reiterada inactividad.

La candidata a senadora María Orozco enfrenta una ola de denuncias por su presunta inacción al frente de la Comisión de Libertad de Expresión, un organismo legislativo que no se convoca desde hace más de un año. Diversos sectores políticos y organizaciones periodísticas señalaron que la falta de funcionamiento de este espacio representa un retroceso en la defensa de los derechos comunicacionales y el control institucional frente a posibles vulneraciones.

Legisladores de distintos bloques argumentaron que la comisión debía haber sesionado de forma regular, especialmente en un contexto de creciente tensión entre el poder político y los medios de comunicación. Según sostienen, el prolongado silencio institucional revela una irresponsabilidad grave por parte de Orozco, quien habría priorizado sus aspiraciones electorales por encima de sus obligaciones legislativas.

Ante esta situación, varios referentes del Congreso solicitaron formalmente su renuncia como presidenta de la comisión. Aseguraron que mantener en ese cargo a alguien que no convoca al debate ni promueve resoluciones en defensa de la libertad de expresión constituye una falta ética, e incluso pone en riesgo la credibilidad del propio Parlamento.

Por su parte, desde el espacio de La Libertad Avanza evitaron responder directamente a las críticas, aunque allegados a Orozco atribuyeron la parálisis a problemas administrativos y desacuerdos internos. Sin embargo, para sus detractores, la explicación no alcanza: sostienen que la libertad de expresión no puede quedar supeditada a disputas políticas y que la ciudadanía merece instituciones activas y responsables.

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