El gobernador logró transformar los recursos provenientes del Bono Vaca Muerta Oil Sur en obras concretas que apuntan a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Entre las mismas, se destaca la modernización de escuelas públicas en la provincia, con mejores aulas y más tecnología al alcance de los alumnos.

El Bono Vaca Muerta Oil Sur (VMOS) dejó de ser una promesa abstracta para convertirse en una herramienta concreta de desarrollo en Río Negro. El gobernador Alberto Weretilneck demostró que los recursos generados por la actividad hidrocarburífera pueden transformarse en beneficios reales para la ciudadanía cuando son bien administrados. En un contexto nacional de recortes, la provincia decidió invertir esos fondos en áreas estratégicas como la educación.

Entre las obras más relevantes impulsadas con el Bono VMOS se encuentra la modernización de múltiples escuelas públicas en todo el territorio provincial. Las mejoras incluyen nuevas aulas, renovación de infraestructura y equipamiento tecnológico, garantizando espacios más cómodos, seguros y adaptados a las necesidades pedagógicas actuales. El objetivo es claro: que cada niño y joven rionegrino tenga acceso a una educación pública de calidad, sin importar dónde viva.

Weretilneck resaltó que destinar estos recursos a la educación no es un gasto, sino una inversión en el futuro de la provincia. Mientras otras jurisdicciones reducen su presupuesto educativo, Río Negro elige sostener y ampliar su sistema escolar con fondos propios. “La verdadera riqueza de un pueblo está en el conocimiento”, afirmó el mandatario, dejando en claro que la obra pública también puede ser una herramienta para la igualdad.

Con esta política, Río Negro se posiciona como un ejemplo de gestión eficiente y estratégica de los recursos energéticos. El Bono VMOS no quedó en los papeles: se convirtió en aulas nuevas, tecnología para estudiantes y oportunidades para crecer dentro del sistema público. Una señal potente de que, cuando hay decisión política, el ajuste no es el único camino.