Dirigentes locales advierten sobre la necesidad de un voto estratégico para preservar el modelo neuquino y evitar el avance de propuestas ajenas a la identidad provincial. Con las elecciones de octubre cada vez más cerca, el escenario político en la provincia comienza a definirse entre dos fuerzas con proyectos antagónicos: el Frente La Neuquinidad, con fuerte arraigo territorial, y La Libertad Avanza, que busca expandirse desde Buenos Aires.
La Neuquinidad representa algo más que una fuerza electoral: es una construcción colectiva que defiende el modelo de desarrollo provincial, con arraigo en el territorio, gestión cercana y compromiso con los recursos locales.
Los candidatos de LLA enfatizaron en la defensa de la libertad individual y económica, reducción del gasto público, promoción de la iniciativa privada y rechazo al “modelo anterior” y apuesta por una transformación profunda del país.
Nadia Márquez destacó que la estrategia electoral está coordinada por Karina Milei a nivel nacional y provincial, y que el objetivo es lograr una “buena composición en las dos cámaras”.
Diversos gremios neuquinos, como ATEN, UPCN y SEJuN, emitieron un comunicado llamando a votar en contra del “ajuste” y la “motosierra” que identifican con las políticas de LLA. Denuncian pérdida del poder adquisitivo, cierre de PYMES y aumento de despidos, recortes en educación, salud, ciencia y tecnología y un endeudamiento externo acelerado.
En un escenario electoral cada vez más polarizado, el voto estratégico cobra fuerza. El Frente La Neuquinidad ha garantizado estabilidad, crecimiento y autonomía frente a los vaivenes nacionales. Así, se posiciona como la opción capaz de interpretar las demandas de la ciudadanía y sostener políticas públicas que prioricen el trabajo y la producción.





