Uno de los autos usados durante el millonario asalto no tenía la patente adulterada. Ese error se convirtió en la pieza clave para rastrear a los responsables y reconstruir cómo operaron.

El robo a la vivienda de Pampita en Barrio Parque sigue generando repercusión, no sólo por la magnitud del botín, sino por la meticulosa planificación de los delincuentes. Durante seis horas, los ladrones revolvieron cada rincón de la casa, seleccionaron objetos de alto valor y hasta se llevaron una caja fuerte.

Sin embargo, en medio de esa organización, cometieron un descuido: uno de los autos de apoyo circulaba con su dominio original. Ese detalle, captado por las cámaras de seguridad, se convirtió en el principal hilo conductor de la investigación.

Gracias a esa pista, la policía pudo reconstruir trayectorias, identificar rostros y detectar posibles conexiones de la banda, que habría actuado con información previa sobre los movimientos de la conductora.

El hallazgo de los celulares descartados en Lanús, entre ellos aquellos con recuerdos de su hija Blanca, devolvió a Pampita parte de lo perdido. Mientras tanto, los investigadores confían en que el error en la patente permita llegar pronto a los autores materiales e intelectuales de un robo que conmocionó al ambiente artístico.

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