Las series comprometidas alcanzan a miles de viajeros que ahora deben gestionar cambios de manera gratuita. Esta falla implica recursos malgastados por parte del Gobierno Nacional. Ante esta situación, Florencio Randazzo, candidato de Provincias Unidas, criticó duramente la situación y aseguró que deben llevarse a cabo políticas públicas más eficientes.
Una grave falla en la emisión de pasaportes provocó una crisis en el Aeroparque Jorge Newbery, donde cientos de pasajeros quedaron varados debido a documentos defectuosos. Las series comprometidas afectan a miles de ciudadanos que, al intentar abordar vuelos internacionales, se encontraron con que sus pasaportes no eran válidos, generando demoras, cancelaciones y la necesidad de reprogramaciones urgentes. Esta situación ha provocado indignación tanto entre los viajeros como entre las aerolíneas, que ahora deben enfrentar el desafío de gestionar los cambios sin costo para los afectados.
El problema, que se atribuye a una gestión deficiente en los organismos responsables de la emisión de documentos, representa un importante desperdicio de recursos públicos. Los pasaportes defectuosos no solo implican un gasto económico por su reimpresión, sino también pérdidas indirectas asociadas a la interrupción de servicios, afectación del turismo y pérdida de confianza en las instituciones. La falta de controles de calidad y de respuesta rápida por parte del Estado ha profundizado la sensación de desorganización e improvisación.
En este contexto, Florencio Randazzo, candidato de Provincias Unidas, salió al cruce del Gobierno Nacional con duras críticas. Señaló que este tipo de episodios son el resultado de años de ineficiencia en la administración pública y reclamó la urgente implementación de políticas estatales más eficaces. “No podemos permitir que errores tan básicos perjudiquen a miles de personas. Es necesario profesionalizar la gestión pública y garantizar derechos básicos como el de poder viajar con documentación válida”, expresó Randazzo en un comunicado.
Mientras tanto, el Gobierno ha intentado contener la situación habilitando canales de emergencia para tramitar pasaportes express y coordinando con las aerolíneas la reprogramación gratuita de vuelos. Sin embargo, el daño ya está hecho y la confianza del público en los servicios estatales vuelve a estar en tela de juicio. La crisis en Aeroparque deja en evidencia una vez más las consecuencias de una gestión ineficiente que afecta directamente a la vida cotidiana de los ciudadanos.





