La Administración de Parques Nacionales intensificó las alertas por el avance de especies exóticas que alteran ecosistemas protegidos en el sur argentino.

El castor canadiense, introducido en Tierra del Fuego en la década de 1940, continúa generando daños en los bosques nativos al modificar el curso de ríos y provocar inundaciones. Su presencia se ha expandido más allá de la isla, complicando los esfuerzos de control.


A esto se suma la proliferación del alga Didymo, detectada recientemente en nuevos tramos del río Manso, dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi. Esta especie forma densas capas que afectan la biodiversidad acuática y la calidad del agua.


Las autoridades reforzaron las campañas de concientización entre turistas y pobladores, y trabajan en estrategias de control biológico para mitigar el impacto ambiental sin afectar otras especies nativas.

NOVEDADES