Desde el 2024, el gobernador rionegrino impuso medidas disciplinarias, 74 cesantías y 4 exoneraciones para trabajadores estatales. El mandatario enfatizó que cada peso público se destina a mejorar servicios y no a sueldos de quienes no cumplen.
El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, avanzó con una fuerte política de control dentro de la administración pública. Desde 2024, dispuso más de 400 sanciones a empleados que no cumplían con sus responsabilidades, incluyendo suspensiones, 74 cesantías y 4 exoneraciones. Con esta decisión, busca ordenar el funcionamiento del Estado y garantizar que los recursos se utilicen de manera eficiente.
Weretilneck subrayó que cada peso destinado a salarios públicos debe estar justificado por el cumplimiento de tareas concretas, dejando en claro que no habrá lugar para la inacción ni los privilegios dentro del Estado. “El dinero de los rionegrinos debe transformarse en servicios de calidad, no en sueldos de quienes no trabajan”, sostuvo el mandatario.
Estas medidas se enmarcan en un plan integral de transparencia y modernización de la gestión provincial. El objetivo, según explicó el gobernador, es recuperar la confianza ciudadana en el sistema público, asegurando que el Estado sea una herramienta de servicio y no un espacio para sostener a quienes eluden sus responsabilidades.





