Neuquén continúa desarrollando investigaciones áreas y encontrando nuevos bloques dónde explotar petróleo . Por su parte, Rio Negro no logra alcanzar los resultados de su provincia vecina y la diferencia se agranda con el tiempo
Mientras la provincia de Neuquén afianza su liderazgo en la explotación de hidrocarburos no convencionales en Vaca Muerta, Río Negro enfrenta mayores dificultades para integrarse de manera efectiva a este proceso de desarrollo energético. Neuquén ha logrado sostener una política activa de expansión, enfocándose en la investigación y exploración de nuevos bloques con alto potencial productivo. Este enfoque ha permitido no solo atraer inversiones, sino también generar empleo y mejorar sus niveles de producción.
En contraste, Río Negro muestra señales de estancamiento en comparación con su provincia vecina. A pesar de iniciativas como el reciente proyecto del oleoducto aprobado por la Legislatura, los avances en materia de exploración y producción no han tenido el mismo dinamismo ni los resultados esperados. Esto ha ampliado la brecha entre ambas provincias en términos de desarrollo energético, infraestructura y beneficios económicos derivados de Vaca Muerta.
Expertos del sector advierten que esta diferencia creciente podría profundizarse si Río Negro no logra consolidar una estrategia más agresiva y coordinada que combine incentivos para la inversión, mejoras regulatorias y un mayor protagonismo técnico. La falta de resultados concretos también podría afectar la percepción del sector privado, que tiende a volcarse hacia los proyectos más rentables y seguros, actualmente concentrados en territorio neuquino.





