Las vacaciones 2025 se perfilan como una oportunidad clave para reactivar el turismo y ofrecer a las familias argentinas un merecido descanso luego de un año marcado por desafíos económicos y sociales. A pesar de la inflación y la incertidumbre financiera, muchos argentinos ya están planificando sus escapadas, priorizando destinos accesibles dentro del país.

El turismo interno vuelve a ser protagonista, con provincias como Córdoba, Mendoza, Río Negro y Salta destacándose entre las más elegidas. Las bellezas naturales, la riqueza cultural y la posibilidad de evitar gastos en moneda extranjera convierten a estos destinos en opciones atractivas para todo tipo de viajeros, desde familias hasta mochileros.

A diferencia de años anteriores, la tendencia para 2025 muestra un interés creciente por experiencias más personalizadas y sostenibles. Los turistas buscan contacto con la naturaleza, alojamiento en lugares menos masivos y actividades que les permitan reconectarse consigo mismos y con el entorno. Esta búsqueda está impulsando el crecimiento del ecoturismo y de las propuestas rurales.

Las playas argentinas, como Mar del Plata, Las Grutas y la costa atlántica en general, siguen siendo una opción popular para el verano. Sin embargo, se observa una preferencia por estadías más cortas y planificadas con antelación, debido a la suba de precios y a la necesidad de cuidar el presupuesto familiar.

Por otro lado, quienes cuentan con mayor poder adquisitivo están evaluando viajes al exterior, aunque con ciertas precauciones. El tipo de cambio y las restricciones para acceder a dólares oficiales hacen que muchos opten por países limítrofes como Uruguay, Brasil o Chile, donde los costos son más previsibles y el acceso es más simple.

Las vacaciones 2025 representan, en definitiva, una pausa necesaria en un contexto exigente. Más allá del destino elegido, lo importante para muchas personas será desconectarse, disfrutar en compañía de seres queridos y renovar energías. El turismo, en este sentido, no solo mueve la economía, sino también la esperanza de tiempos más tranquilos.