Jorge Mario Bergoglio tenía 88 años y había reaparecido el domingo para dar la bendición por la Pascua.
El Papa Francisco murió este lunes a las 7:35 de la mañana (hora de Roma) en la Casa Santa Marta, su residencia dentro del Vaticano. La noticia fue confirmada por el cardenal Kevin Joseph Farrel mediante un video oficial. Según informó el diario La Repubblica, la causa del fallecimiento fue un derrame cerebral que no estaría relacionado con la afección respiratoria por la que había estado internado durante más de un mes. Sin embargo, en las horas previas, se había reportado que el deceso se debió a un paro cardíaco.
Jorge Mario Bergoglio tenía 88 años y había sufrido distintos problemas de salud en el último año, especialmente respiratorios y de movilidad. Su última internación fue de 38 días en el hospital Gemelli de Roma, por una doble neumonía. Aun así, el domingo había reaparecido en público para la bendición de Pascua, desde una silla de ruedas y sin asistencia de oxígeno, ante miles de fieles en la plaza San Pedro.
Francisco había sido internado por primera vez en este último cuadro el 14 de febrero con un diagnóstico de bronquitis, que luego derivó en una neumonía bilateral. El Vaticano describió su estado clínico como “complejo” y en constante evaluación. El 28 de febrero se informó que había salido del estado crítico, pero poco después sufrió una “crisis aislada de broncoespasmo” que agravó nuevamente su situación. El 23 de marzo fue dado de alta, pero su estado siguió siendo delicado.
Primer papa jesuita, primer latinoamericano y primer pontífice no europeo en más de 1.200 años, Francisco lideró la Iglesia Católica durante casi 11 años, desde el 13 de marzo de 2013. Su papado se destacó por un enfoque reformista, con fuertes gestos hacia los más pobres, llamados al cuidado del ambiente, apertura al diálogo con otras religiones y una mirada crítica sobre la política, la economía y el poder dentro del Vaticano. Su muerte marca el final de un pontificado que buscó acercar la Iglesia al mundo real.





