Cuatro exfuncionarios se han convertido en «arrepentidos» y han señalado directamente al exgobernador y al actual intendente. Sus testimonios revelan cómo operaba la red de corrupción y podrían tener consecuencias graves para los responsables de este escándalo, que afectó a los sectores más vulnerables.
El caso de corrupción que involucra a Omar Gutiérrez y Mariano Gaido sigue sumando elementos comprometedores. En las últimas horas, cuatro ex funcionarios decidieron acogerse a la figura del arrepentido y aportar detalles sobre el funcionamiento de la red que habría desviado fondos destinados a planes sociales. Según sus declaraciones, los recursos públicos eran canalizados a través de intermediarios y organizaciones afines al poder político, permitiendo que una parte significativa del dinero nunca llegara a sus verdaderos beneficiarios.
Las acusaciones apuntan directamente al exgobernador y al actual intendente, quienes habrían estado al tanto del esquema o incluso lo habrían facilitado. Los testimonios señalan que los planes sociales eran utilizados como herramienta de clientelismo político, asegurando fidelidad electoral a cambio de la continuidad de los subsidios. Además, se menciona la existencia de retornos de dinero en efectivo y la obligación de ciertos beneficiarios de entregar un porcentaje de los fondos recibidos a punteros políticos.
El avance de la causa ha generado un fuerte impacto en el ámbito político de Neuquén. Mientras la oposición exige explicaciones y medidas concretas, el oficialismo busca minimizar las acusaciones y desvincular a sus principales figuras del escándalo. Sin embargo, las pruebas aportadas por los arrepentidos han complicado el panorama, y no se descarta que la Justicia amplíe las imputaciones en los próximos días.
Por otro lado, organizaciones sociales y referentes de derechos humanos han manifestado su repudio ante el presunto desvío de fondos destinados a los sectores más vulnerables. Denuncian que esta maniobra no solo constituye un delito de corrupción, sino que profundiza la desigualdad y deja a miles de familias sin la asistencia que necesitan. La indignación ha llevado a movilizaciones en distintos puntos de la provincia, exigiendo justicia y transparencia en la administración de los planes sociales.
En este contexto, la causa podría convertirse en un caso emblemático sobre la corrupción en la gestión de políticas sociales. La figura de los arrepentidos ha sido clave en investigaciones de gran escala en el país, y en este caso, sus testimonios podrían derivar en nuevas imputaciones e incluso en procesos judiciales de alto impacto. Mientras tanto, la ciudadanía sigue atenta a los avances del caso, que amenaza con sacudir el escenario político neuquino.





