Nike, una de las marcas más reconocidas en el mundo del deporte, tuvo sus humildes comienzos en 1964, cuando Phil Knight y su entrenador de atletismo, Bill Bowerman, fundaron Blue Ribbon Sports. Su objetivo inicial era importar zapatillas deportivas de Japón y venderlas en Estados Unidos. Con una visión clara de ofrecer productos de calidad a los atletas, la compañía comenzó a ganar popularidad en el mercado, gracias a la innovadora técnica de Bowerman, quien experimentaba con diferentes suelas de zapatillas para mejorar el rendimiento.

En 1971, la empresa decidió cambiar su nombre a Nike, inspirado en la diosa griega de la victoria. El icónico logo «Swoosh», diseñado por Carolyn Davidson, se convirtió en un símbolo de movimiento y velocidad. Con el nuevo nombre y la imagen renovada, Nike comenzó a lanzar sus propias líneas de calzado y ropa deportiva. La introducción de la zapatilla Nike Cortez en 1972 durante los Juegos Olímpicos de Múnich marcó un hito importante, consolidando la marca en la mente de los consumidores y atrayendo la atención de los atletas.

A lo largo de los años, Nike continuó innovando y expandiendo su línea de productos, convirtiéndose en un referente en la industria del deporte. La estrategia de marketing, que incluía la colaboración con atletas de renombre como Michael Jordan, ayudó a cimentar su posición en el mercado. Hoy en día, Nike no solo es conocida por su calzado y ropa, sino también por su compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad social. Su evolución de una pequeña empresa a un gigante global es un testimonio del poder de la innovación y la perseverancia en el mundo empresarial.

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